Llevando los espacios inteligentes al siguiente nivel
Por: Gustavo Romero – Director de Ingeniería Digital Platforms
Desde hace algunos años los avances tecnológicos empezaron a evolucionar sin parar, hoy en día vivimos en un mundo que es cada vez más inteligente. Este proceso se está acelerando no sólo por el progreso de la IA, sino también por el IoT, los Digital Twins, la Industria 4.0 y los esfuerzos de transformación digital, haciendo una unión de todos ellos para este nuevo mundo inteligente. La evolución y adopción de este tipo de tecnologías no solo ha cambiado drásticamente la vida de los usuarios o consumidores, sino también la de industrias como la fabricación, el comercio minorista, la salud, los servicios públicos y muchos otros con edificios inteligentes o mejor dicho con espacios inteligentes.
Hoy en día hay montones de productos en el mercado que se denominan dispositivos inteligentes. Sin embargo, cuando estos dispositivos se utilizan en un entorno práctico, no cumplen las expectativas de los usuarios. Debido a esto se están probando en situaciones reales y no en laboratorios o ambientes controlados.
Normalmente, los servicios que se prestan a los usuarios en un espacio inteligente se basan en el contexto y la situación del momento, este a su vez se basa en el reconocimiento y la predicción de las actividades humanas a partir de los datos de los sensores, adaptándose en función del comportamiento y las necesidades del usuario. Para lograr ir más allá es necesario investigar para desarrollar nuevos algoritmos que puedan predecir las emociones humanas, el comportamiento, la comodidad y su intención en un entorno.
Pero esto no es todo, existen otros factores que se están evaluando para las próximas generaciones de espacios inteligentes, como el diseño de interfaces para la interacción persona-dispositivo, en donde se contemplaran personas mayores y discapacitados físicos o mentales. Estas personas necesitan interfaces que no sólo sean más fáciles de usar, sino que también tengan un aspecto sencillo. Las futuras interfaces deben diseñarse no solo para facilitar la gestión de los dispositivos, sino también para permitir la colaboración entre ellos y los humanos, además de poder ser utilizadas por cualquier persona, independientemente de su formación técnica o de cualquier otra diferencia.
En el futuro próximo, se tendrán múltiples espacios inteligentes
interactuando y compartiendo datos entre sí, lo que significa que se requerirán soluciones de interoperabilidad no sólo para permitir la transmisión de datos entre sistemas completamente diferentes, sino también para comprender los datos que se transmiten. Un factor que seguirá siendo un reto será la interoperabilidad semántica y organizativa.
No hay que olvidar que un espacio inteligente es un entorno dinámico en el que los usuarios entran o salen, y en el que el comportamiento y las necesidades de un usuario cambian, los dispositivos como los usuarios pueden ser móviles o estáticos llevando a que los sistemas sean aún más complejos, por lo que será necesario desarrollar sistemas que sean lo suficientemente flexibles y robustos como para adaptarse a esta dinámica. Si un sistema no es robusto, no será fiable para el usuario.
Por último, se estima que los sistemas del futuro soportarán la función de adaptación autónoma, lo que significa que tendrán datos relacionados con el comportamiento y las necesidades del usuario. Por lo que será importante abordar cuestiones como la autenticación data, la integridad y la con?dencialidad de los datos, entre otros.
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