El metaverso y la infraestructura informática
Por: Adolfo Guzmán – Subdirector de Proyectos Smart Spaces
El Metaverso fue un gran tema de conversación en 2022 y durante este año y los venideros seguirá causando un gran revuelo, debido a que aún se sabe muy poco sobre qué es y cómo afectará nuestras vidas y el panorama tecnológico actual y futuro. Esto se debe en parte a que aún no existe del todo y tardará años en adquirir su forma definitiva, como suele suceder con cada nueva tecnología. Sin embargo, existe una gran cantidad de desarrolladores incentivados para la creación de estos universos virtuales.
Lo que sí se sabe hasta ahora es que todos los elementos relacionados con los datos, la nube e Internet requieren una infraestructura para funcionar y para el Metaverso no será diferente, se estima que requerirá más de 1.000 veces la cantidad de potencia informática, velocidad y almacenamiento que son utilizados actualmente.
El Metaverso no es un concepto nuevo, pero si las posibilidades de crear un mundo virtual mediante el cual sea posible combinar la realidad aumentada con la inteligencia artificial, para que los usuarios vivan una experiencia, no a través de una pantalla, sino prácticamente en persona. Imaginemos todas las posibilidades que existirán para revisar desde otro concepto temas relacionados con ambientes de instalación, cruce de ingenierías, mercadotecnia, etc. Se trata, en definitiva, de abrir la puerta a las experiencias virtuales en persona. Pero ¿Cómo afectara esto la infraestructura de TI?
El centro de datos, el ancho de banda, la ciberseguridad y el cableado que serán necesarios para que el metaverso funcione van a ser enormes y para asegurar su éxito, estos cambios deberán ser graduales. El mayor reto será la potencia informática, la escalabilidad y la interoperabilidad, salvaguardando la privacidad y la confidencialidad de la información.
Se necesita hacer hincapié en tres componentes clave de la infraestructura digital:
- El núcleo digital: Las arquitecturas de TI tradicionales se basaban en centros de datos centralizados y aislados. El núcleo digital tendrá que ser diferente, sólo algunas cargas de trabajo críticas deberán desplegarse localmente en el núcleo, pero incluso estos sistemas locales pueden ser adyacentes a la nube, lo que les permitirá aprovechar los servicios de transformación de la nube de forma rápida y sencilla.
- El ecosistema digital: Trabajar en equipo para superar los retos. Construir el Metaverso es un reto demasiado grande para que una sola empresa pueda siquiera pensar en lograrlo en solitario. Para ello, este ecosistema deberá incluir proveedores de servicios en la nube que ayuden a escalar rápidamente la computación y permitan una migración de datos rápida y fiable, eliminando los cuellos de botella y virtualizando las funciones clave, así como socios de interconexión agnósticos de los proveedores que lo unan todo.
- El perímetro digital: Poder ubicar a los usuarios y llegar justo donde están ellos. Cuando los conjuntos de datos son tan grandes como los que serán creados por el Metaverso, mover esos datos entre los usuarios y los centros de TI centralizados creará niveles inaceptables de latencia. La infraestructura en el borde permitirá que los datos permanezcan locales, manteniendo así una latencia manejable. La principal prioridad de un metaverso es transmitir la información de forma rápida y fiable, lo que significa que la promesa de baja latencia del 5G es la mejor aliada del metaverso.
Actualmente tanto las empresas emergentes como los gigantes tecnológicos trabajan para resolver los problemas que plantea ofrecer un mundo virtual inmersivo en tiempo real, pero la verdad es que la tecnología actual aún no está bien desarrollada para tal infraestructura digital, pero eso no detiene a esas empresas y mucho menos nos detiene a nosotros, a seguir mejorando nuestros procesos, los cuales siguen mejorando con el paso del tiempo.
Por ello, en Magnet somos conscientes que se debe avanzar más para permitir que el metaverso abra paso a su verdadero potencial y pueda parecerse al mundo real. El metaverso abrirá la puerta a cambios en nuestra forma de trabajar, comprar, gastar y ganar dinero. Incluso permitirá construir experiencias como animación, efectos visuales, presentaciones, juegos personalizados y mercados. Y hacer un mejor aprovechamiento de los gemelos digitales, desde representaciones de avatares hasta versiones virtuales de lugares o procesos como la simulaciones y modelos.
Y como el metaverso actual es una evolución del universo virtual del pasado, su uso e importancia en todo lo relacionado con las infraestructuras ya sea la construcción de edificios aislados, infraestructuras de transporte o incluso ciudades enteras es evidente. Se calcula que el impacto económico del metaverso rozará el billón de dólares en los próximos años. Gartner ha pronosticado que uno de cada cuatro consumidores utilizará el metaverso al menos una hora al día de aquí a 2026.
Los metaversos apenas están en desarrollo y falta trabajar con la infraestructura para que empiecen a ser rentables, sin embargo aun hay que esperar para sacar el mejor provecho de estas aplicaciones.